jueves, 22 de febrero de 2018

Principios Filosóficos del Trabajo Social


UNIVERSIDAD MARIANO  GALVEZ
ESCUELA DE TRABAJO SOCIAL





 

                                            

                                                                                                        
PRINCIPIOS FILOSÓFICOS DEL TRABAJO SOCIAL






                                                 


 HUGO GEOVANNY CONTRERAS MALDONADO
Puerto Barrios, Izabal, Guatemala. C.A



Principios Filosóficos de Trabajo Social
Los principios filosóficos son el marco de referencia que necesita el hombre para sobrellevar las vicisitudes de esta vida.
Una filosofía no consiste en observar la dinámica de la vida sino que es el fundamento de la actitud para enfrentarla. 
El sólo hecho de pensar y reflexionar nos convierte en filósofos y nos obliga a tomar una postura personal sobre los acontecimientos de la realidad y el fenómeno de estar vivo, para poder seguir viviendo.
El hombre necesita tener una respuesta sobre el misterio de la realidad y esta respuesta es personal y única. Puede parecerse a la de otros pero los matices son múltiples y dependen del propio temperamento, del carácter, del nivel de conocimiento, de las experiencias vividas y del contexto histórico en el que se ha nacido.


Los principios de la filosofía de la antigua Grecia eran la búsqueda de una explicación del origen de todas las cosas y del hombre, como parte de la naturaleza.
Querían descubrir el elemento básico que a partir de una intuición intelectual explicaría por medio de la razón, el principio básico de la realidad del mundo y el misterio del hombre.
Después de la mitología, que trataba de explicar el mundo por medio de leyendas, tradiciones, magia y especulaciones místicas, surge la filosofía occidental, pasando del mito al logos como principio fundamental para llegar al conocimiento.
El principio de la filosofía es la búsqueda del conocimiento del Ser o esencia de las cosas, del hombre, del cosmos y el problema del conocimiento.
Para Sócrates es la moral del hombre y para Platón y Aristóteles es lo mismo pero ambos realizan el intento de sistematizar el conocimiento
En la Edad Media el principio filosófico fundamental es el dogma desde el cual se construye todo el saber filosófico como una actividad capaz de dotar de sentido la vida humana. Toda investigación en cualquier terreno sirve para construir una cosmovisión que esté de acuerdo con el cristianismo.
El Renacimiento revaloriza la razón como principio fundamental para alcanzar el conocimiento.
Surgen posteriormente el empirismo, cuyo principio es la experiencia y el racionalismo con la primacía de la razón, que combinados tratan de obtener un marco racional que coincidan con los datos de la experiencia.
Kant inaugura la crítica al conocimiento, como consecuencia de la acentuación de los problemas acerca de las dificultades para llegar a él; siendo el principio de su filosofía la razón, como un esquema humano “a priori” de la realidad externa y como fuente de todo conocimiento cuando coincide con los hechos, estimando que no hay evidencia de la existencia de la realidad en si misma independiente del sujeto.
El principio filosófico del Positivismo se centra en el conocimiento de las ciencias naturales, separando a la filosofía de la ciencia.
El idealismo de Hegel destaca de la realidad la dialéctica de los contrarios, que Marx traslada a la historia y lo transforma en el materialismo dialéctico, siendo el principio fundamental de su filosofía el determinismo económico.
En su obra maestra “El Capital”, Marx hace un análisis exhaustivo del capitalismo de su época, marcando en este sistema de organización social, la existencia inevitable de un conflicto dialéctico, por un lado el dueño de los medios de producción y por otro el proletariado, que es el que vende su fuerza de trabajo.


"Son la base de las ideas con las que nos guiamos en la vida, los principios de la filosofía."

PRINCIPIOS DE LOS TRABAJADORES SOCIALES
Derechos Humanos y Dignidad Humana
El trabajo social se basa en el respeto al valor y dignidad inherentes a toda persona, y a los derechos que de ello se desprenden. Los trabajadores sociales deben apoyar y defender la integridad y bienestar físico, psicológico, emocional y espiritual de cada persona. Esto significa:
1.1.              Respetar el derecho a la autodeterminación: Los trabajadores sociales deben respetar y promover el derecho de las personas a elegir por sí mismos y a tomar sus propias decisiones, sea cuales sean sus valores y opciones de vida, siempre que no amenacen los derechos e intereses legítimos de otros.
1.2.              Promover el derecho a la participación: los trabajadores sociales deben promover el compromiso pleno y la implicación de los usuarios para reforzarles en la toma de decisiones y acciones que afectan a sus vidas.
1.3.              Tratar a cada persona como un todo: los trabajadores sociales deben intervenir con la persona en su totalidad, con la familia, la comunidad, y el entorno social y natural, y tener en cuenta todos los aspectos que influyen en la vida de una persona.
1.4.              Identificar y desarrollar sus fortalezas: Los trabajadores sociales deben concentrarse en el potencial de las personas, grupos y comunidades y promover su empoderamiento.
2.   Justicia Social
Los trabajadores sociales tienen la responsabilidad de promover la justicia social, en relación con la sociedad en general, y con las personas con las que trabajan. Esto significa:
2.1.              Desafiar la discriminación negativa: Los trabajadores sociales tienen la responsabilidad de oponerse a la discriminación negativa por razones de capacidad, edad, cultura, género o sexo, estado civil, estatus socioeconómico, opiniones políticas, color de la piel u otras características físicas, orientación sexual o ideas religiosas.
2.2.              Reconocer la diversidad: los trabajadores sociales deben reconocer y respetar la diversidad étnica y cultural de las sociedades con las que trabajan, teniendo en cuenta las diferencias individuales, familiares, grupales y comunitarias.
2.3.              Distribuir los recursos equitativamente: Los trabajadores sociales deben asegurarse de que los recursos a su disposición se distribuyen de forma justa de acuerdo a la necesidad.
2.4.              Oponerse a las políticas y acciones injustas: Los trabajadores sociales tienen el deber de llamar la atención de sus empleadores, legisladores, políticos y de la sociedad en general sobre aquellas situaciones en las que los recursos son inadecuados o cuando la distribución de recursos, políticas y prácticas son opresivas, injustas o perjudiciales.
2.5.              Trabajar en solidaridad: Los trabajadores sociales tienen la obligación de oponerse a las situaciones sociales que contribuyen a la exclusión social, estigmatización o subyugación, y trabajar hacia una sociedad inclusiva.

LA FILANTROPIA
La etimología de la palabra deriva sus raíces del griego filos y antropos, que se traducen respectivamente como “amor” y “hombre” o “ser humano”. Según la Real academia española (RAE), filantropía es el amor al género humano.

El término filantropía nace cercano al 363 instituido por Flavio Claudio Juliano en reemplazo de término caridad usado por los cristianos en Roma, en su proceso de paganizar la región.

Este conservó toda la estructura de la iglesia, entre ellos el diezmo, el cual era retirado por personas de confianza, siendo asignados estos recursos a los necesitados, en busca de la igualdad entre la abundancia y la indigencia. Además eran ayudados con los sobrantes de los ricos.

Desde este nacimiento la forma de ayuda comienza el proceso de crecimiento y maduración de lo que hoy conocemos como trabajo social.

Como la filantropía es el amor al género humano en su totalidad, en sus inicios se representaba en la ayuda que recibían pobres, mujeres, huérfanos, indígenas entre otros, por parte de sus gobernantes en forma de ayuda no institucionalizada ni organizada. Al ser la filantropía un sentimiento que invita ayudar a los demás, un impulso generoso que nace de todo los seres humanos y que voluntariamente inspira a tratar a las personas con bondad, comienza a ocupar un espacio en la historia en sus siguientes etapas especialmente entre las mujeres de la alta sociedad, quienes comienzan a ocupar sus grandes sumas de dinero y el tiempo libre en ayudar a los pobres y necesitados de sus regiones.

Esto abre las puertas poco a poco a dos temas importantes, a saber, la inclusión de las mujeres en espacios como la política, la salud, las actividades de paz en tiempos de guerra, entre otros. Integrándolas al mundo de los oficios y profesiones.

La necesidad de una ayuda ordenada y con un seguimiento de progreso, lo que llevo a la necesidad de intervenir en forma más eficaz, originando la creación de organizaciones no gubernamentales sin fines de lucro que garantizarían un orden en la desde ahora llamada intervención en el grupo o población necesitada, acción que realizaría el heredero de este sentimiento de amor a la humanidad quien es más profesional, eficiente y eficaz. Así nace el llamado “trabajador social”.

Las acciones filantrópicas son ayudas con un objetivo más sin un fin último definido, solo son paliativas, es por eso que muchas veces se considero solo momentáneo, ya que no se piensa en el progreso de la ayuda entregada. Estas eran realizadas por personas particulares, organizaciones humanitarias, iglesias, comunidades y gobiernos.
Con la llegada del trabajador social el término filantropía se desarrolla desplazando la palabra ayuda y ocupando para este trabajo la palabra intervención, profesionalizándola y ordenándola por medio de las organizaciones no gubernamentales, municipalidades, gobiernos, entidades privadas, etc.

Propone no trabajar en forma impulsiva, más bien en forma organizada, realista y mediadora. Por medio de las organizaciones creadas para tal efecto.

En la actualidad nos encontramos con un concepto remozado de lo que es la filantropía y que hace referencia al orden de los recursos para hacer de la caridad una ayuda inteligente.

Es desde allí entonces que la intervención que se realiza en una población por el sentimiento de responsabilidad social va ligada con los recursos que son donados por las diferentes instituciones.

CALIDAD DEL TRABAJO SOCIAL
Existe un consenso generalizado en el campo de las profesiones (y más concretamente en el campo de la ética de las profesiones) que establece la calidad como lo que permite definir qué es un buen profesional. La calidad sería, por tanto, sinónimo de excelencia profesional. Y buscar la excelencia solo es posible si una profesión está inmunizada frente a los males más endémicos de las profesiones, que son la burocratización, el corporativismo y la endogamia.

Estas metas sociales son las que otorgan sentido y legitimidad social al ejercicio de esa profesión, constituyéndose como bienes internos a ella. Bienes que ninguna otra profesión puede proporcionar, por lo que sólo la persecución o logro de dichos bienes puede justificar dicho ejercicio profesional. Sólo la meta da sentido a la profesión, y sólo cuando los motivos personales o privados concuerdan con esa meta se convierten en razones: los motivos individuales nunca pueden ser razones legítimas o convertirse en argumentos que justifiquen la acción profesional si no tienen por base la exigencia de la meta profesional.
 “Por eso importa revitalizar las profesiones, recordando cuáles son sus fines legítimos y qué hábitos es preciso desarrollar para alcanzarlos. A esos hábitos, que llamamos ‘virtudes’, ponían los griegos por nombres ‘aretai’, ‘excelencias’. ‘Excelente’ era para el mundo griego el que destacaba por respeto a sus compañeros en el buen ejercicio de una actividad. ‘Excelente’ sería aquí el que compite consigo mismo para ofrecer un buen producto profesional, el que no se conforma con la mediocridad de quien únicamente aspira a eludir acusaciones legales de negligencia” (Cortina, 2008, p. 28).

Lo que permite establecer en cada momento y contexto histórico qué caracteriza un “buen” ejercicio profesional es su télos o misión (es decir, su finalidad última). El télos es la meta, el fin, el objetivo que toda actividad social se propone alcanzar, sus bienes internos. Esto supone plantearse explícitamente –tanto a nivel personal-profesional, como colectivo-profesional- la pregunta acerca de cuál es el “télos” de la actividad profesional, el fin último de lo que se hace, es decir, ¿para qué sirve el trabajo social? (¿qué pretende lograr el trabajo social con sus prácticas? ¿Qué bienes intenta realizar? ¿para quién trabaja y desde dónde?).

Así pues, sólo quiénes hayan reflexionado con hondura sobre la finalidad de lo que hacen, podrán realizar un trabajo éticamente cualificado, es decir, un “buen” trabajo. Dicho en otras palabras, un buen profesional es aquél que reflexiona sobre el fin de su profesión y se propone decididamente encarnarlo en su vida profesional. Por lo que todo trabajador social debe plantearse el télos de su práctica profesional, la finalidad o misión, el servicio que pretende prestar a la sociedad al realizarla, el bien intrínseco que pretende realizar con ella.


5 ETAPAS DE LA VIDA PROFESIONALES
Las estepas que una persona experimenta están definidas por momentos de inflexión, donde se requiere un cambio.
No existe una edad, ni momento idóneo para cambiar de etapa, y no todas las personas pasan por las mismas, Mientras algunos se saltan etapas, otros pasan por todas ellas.
Es diferente para cada persona y no se aplican las etapas de la misma forma. Conocerlas, te dará pauta para dar tu siguiente tu paso en al ámbito profesional.
Etapa 1: Elegir una carrera, profesión, ocupación u oficio
¿Por qué te dedicas a tu profesión u oficio actual? ¿Cómo elegiste? ¿Qué te llevo hasta ahí?
Aquí cada uno elige de forma distinta. Puedes haber elegido tu carrera basándote en un deseo propio, en una tradición familiar, en una necesidad, en la presión de tus padres, o en una simple casualidad.
La clave en esta etapa es elegir con buenas bases. Debes conocerte y tener las creencias más realistas posibles acerca del camino que vas a elegir. Esta primera etapa se caracteriza por preguntas claves que definen tu destino. No es algo que debas decidir en un tarde en el parque.
Debes platearte preguntas correctas, como:
Ø  ¿Hacia dónde quiero llegar?
Ø  ¿Qué me gusta hacer?
Ø  ¿Qué se me da bien?
Ø  ¿Cuál actividad está más alineada con mis valores y con mis sueños?
Ø  ¿Qué me imagino haciendo en 10 años?
Etapa 2: Introducción al mundo laboral
Es la etapa cuando terminas de estudiar/prepararte y te aventuras al mercado laboral. El objetivo de esta etapa es generar experiencias y oportunidades. Debes introducirte en tu campo, descubrir la forma en que se trabaja y aprender a relacionarte con las personas de tu sector.
En esta etapa no centres tu experiencia en nutrir tu carrera, enfócate en descubrir tus talentos, gustos y fortalezas.
Si no lo haces ahora, más adelante cuando tengas mayores responsabilidades, y cuando sientas que tienes una carrera más establecida, te será más difícil tomar decisiones desde el corazón.
Etapa 3: El desarrollo profesional
Esta etapa se divide en dos grupos de personas:
Ø  Aquellos que identificaron sus fortalezas, ganaron experiencias y descubrieron su propósito.
Ø  Aquellos que trabajaron en algo que no les gusta, por los objetivos incorrectos y están en un ciclo de trabajo sin fin que lo consume.
Veamos cada grupo por separado.
Grupo 1: Personas en armonía laboral
Este grupo de personas tienen claridad acerca de su vida laboral. Poseen más energías para trabajar, y lo hacen con amor. Obtienen mejores resultados y saben hacia donde se dirigen.
Grupo 2: Personas perdidas e insatisfechas profesionalmente
En este grupo están las personas que no lograron encontrar su propósito y/o no conocen sus fortalezas.
Están en un camino que no les motiva, que no le permite dar lo mejor de sí y les impide ser brillantes.
Entonces si estas en este grupo, tu tarea es tener una conversación profunda y sincera contigo misma(o) para concerté mejor.




Etapa 4: Experto, manager, líder y gestor de proyectos
En esta etapa pasas de ser un experto técnico a ser un manager o gestor.
Para lograr esto, necesitas desarrollar nuevas competencias de liderazgo y de relaciones personales.
Debes aprender a tratar a las personas y dirigirlas adecuadamente. Tomas un cargo de responsabilidad alta, por lo que debes aprender a tomar decisiones importantes que afectan el futuro de muchos.
Estas competencias se adquieren con formación y práctica.
En este nivel debes aprovechar tu posición para generar contactos estratégicos. Tienes una posición privilegiada en tu sector, que puede ayudarte en el futuro a dar el siguiente paso en tu vida profesional.
Etapa 5: Reinvención personal y profesional
En esta fase quieres hacer cambios a nivel profesional e incluso a nivel personal.
Puedes llegar a ella por diferentes razones:
Ø  Puede ser por salud
Ø  Por un despido laboral
Ø  Un cambio de mentalidad
Ø  porque simplemente llegaste al nivel más alto en tu sector y quiere algo nuevo.
Esta es una etapa a la que actualmente muy pocos llegan. Esto debido a que muchas personas no logran derribar sus miedos para tomar un nuevo rumbo. Otros, son felices, o están cómodos con su situación; trabajan en algo que conocen y no tienen necesidad ni deseo de un cambio.
Puedes llegar a esta fase sin haber alcanzado un nivel de experto de tu sector anterior. Simplemente pudiste haber decidido no seguir más por ese camino y buscar nuevos horizontes.
Un cambio de carrera es complicado, pero es posible y si tu felicidad está de por medio, entonces es necesario.

LA RESILIENCIA
La resiliencia no es como se define sino que algunos lo entienden como la capacidad de los seres humanos para adaptarse positivamente a situaciones adversas. Sin embargo, el concepto ha experimentado importantes cambios desde la década de los 60. En un principio, se interpretó como una condición innata, luego se enfocó en los factores no sólo individuales, sino también familiares, comunitarios y, actualmente, culturales. Los investigadores del siglo XXI entienden la resiliencia como un proceso comunitario y cultural, que responde a tres modelos que la explican: un modelo «compensatorio», otro «de protección» y por último uno «de desafío». Asimismo, la resiliencia es la capacidad de tener éxito de modo aceptable para la sociedad, a pesar de un estrés o de una adversidad que implica normalmente un grave riesgo de resultados negativos.

En este sentido, nuestra reflexión nos motiva a presentar un conjunto de configuraciones metodológicas que tienen como punto de partida, el redescubrimiento del mundo de las personas a partir de las redes sociales que reconstituyen como parte de su cotidianidad.

Se parte de un “reencuadre” del valor de la persona ya que ésta adquiere significado y sentido en función de sus potencialidades y fuerzas, y una conceptualización de la adversidad como una posibilidad y reto. Asimismo, la construcción del camino o caminos para el acercamiento a las personas en su contexto, exige la identificación de las siguientes configuraciones metodológicas:
La primera de ellas tiene como propósito el descubrimiento del afrontamiento de situaciones sociales significativas en un espacio físico concreto.

Las principales tareas giran en torno a la identificación de un área geográfica concreta, a las personas o grupos que conviven en ella, descubrir situaciones significativas que hayan permitido desarrollar las capacidades sociales de las personas.
La segunda implica profundizar en las vivencias significativas de las personas para conformación de sus capacidades sociales.

Por último, la promoción de la resiliencia donde se retoman aspectos anteriores y se busca un efecto que irradie a otras personas su perspectiva, que posibilite la acción consciente en procesos sociales que permitan la solidaridad social para la sostenibilidad y prolongación de las redes sociales.

El diagrama siguiente expone en forma suscinta, las principales configuraciones que deben seguirse en la promoción de la resiliencia.
 



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