UNIVERSIDAD
MARIANO GALVEZ
ESCUELA DE TRABAJO SOCIAL
PRINCIPIOS FILOSÓFICOS DEL TRABAJO SOCIAL
HUGO GEOVANNY
CONTRERAS MALDONADO
Puerto Barrios, Izabal, Guatemala. C.A
Principios Filosóficos de Trabajo Social
Los
principios filosóficos son el marco de referencia que necesita el hombre para
sobrellevar las vicisitudes de esta vida.
Una
filosofía no consiste en observar la dinámica de la vida sino que es el
fundamento de la actitud para enfrentarla.
El
sólo hecho de pensar y reflexionar nos convierte en filósofos y nos obliga a
tomar una postura personal sobre los acontecimientos de la realidad y el
fenómeno de estar vivo, para poder seguir viviendo.
El
hombre necesita tener una respuesta sobre el misterio de la realidad y esta
respuesta es personal y única. Puede parecerse a la de otros pero los matices
son múltiples y dependen del propio temperamento, del carácter, del nivel de
conocimiento, de las experiencias vividas y del contexto histórico en el que se
ha nacido.
Los
principios de la filosofía de la antigua Grecia eran la búsqueda de una
explicación del origen de todas las cosas y del hombre, como parte de la
naturaleza.
Querían
descubrir el elemento básico que a partir de una intuición intelectual explicaría
por medio de la razón, el principio básico de la realidad del mundo y el
misterio del hombre.
Después
de la mitología, que trataba de explicar el mundo por medio de leyendas,
tradiciones, magia y especulaciones místicas, surge la filosofía occidental,
pasando del mito al logos como principio fundamental para llegar al
conocimiento.
El
principio de la filosofía es la búsqueda del conocimiento del Ser o esencia de
las cosas, del hombre, del cosmos y el problema del conocimiento.
Para
Sócrates es la moral del hombre y para Platón y Aristóteles es lo mismo pero
ambos realizan el intento de sistematizar el conocimiento
En
la Edad Media el principio filosófico fundamental es el dogma desde el cual se
construye todo el saber filosófico como una actividad capaz de dotar de sentido
la vida humana. Toda investigación en cualquier terreno sirve para construir
una cosmovisión que esté de acuerdo con el cristianismo.
El
Renacimiento revaloriza la razón como principio fundamental para alcanzar el
conocimiento.
Surgen
posteriormente el empirismo, cuyo principio es la experiencia y el racionalismo
con la primacía de la razón, que combinados tratan de obtener un marco racional
que coincidan con los datos de la experiencia.
Kant
inaugura la crítica al conocimiento, como consecuencia de la acentuación de los
problemas acerca de las dificultades para llegar a él; siendo el principio de
su filosofía la razón, como un esquema humano “a priori” de la realidad externa
y como fuente de todo conocimiento cuando coincide con los hechos, estimando
que no hay evidencia de la existencia de la realidad en si misma independiente
del sujeto.
El
principio filosófico del Positivismo se centra en el conocimiento de las
ciencias naturales, separando a la filosofía de la ciencia.
El
idealismo de Hegel destaca de la realidad la dialéctica de los contrarios, que
Marx traslada a la historia y lo transforma en el materialismo dialéctico,
siendo el principio fundamental de su filosofía el determinismo económico.
En
su obra maestra “El Capital”, Marx hace un análisis exhaustivo del capitalismo
de su época, marcando en este sistema de organización social, la existencia
inevitable de un conflicto dialéctico, por un lado el dueño de los medios de
producción y por otro el proletariado, que es el que vende su fuerza de
trabajo.
"Son la base de las ideas con las que nos guiamos en la vida, los principios de la filosofía."
PRINCIPIOS DE LOS TRABAJADORES SOCIALES
El
trabajo social se basa en el respeto al valor y dignidad inherentes a toda
persona, y a los derechos que de ello se desprenden. Los trabajadores sociales
deben apoyar y defender la integridad y bienestar físico, psicológico,
emocional y espiritual de cada persona. Esto significa:
1.1.
Respetar
el derecho a la autodeterminación: Los trabajadores sociales
deben respetar y promover el derecho de las personas a elegir por sí mismos y a
tomar sus propias decisiones, sea cuales sean sus valores y opciones de vida,
siempre que no amenacen los derechos e intereses legítimos de otros.
1.2.
Promover
el derecho a la participación: los trabajadores sociales
deben promover el compromiso pleno y la implicación de los usuarios para
reforzarles en la toma de decisiones y acciones que afectan a sus vidas.
1.3.
Tratar
a cada persona como un todo: los trabajadores sociales deben
intervenir con la persona en su totalidad, con la familia, la comunidad, y el
entorno social y natural, y tener en cuenta todos los aspectos que influyen en
la vida de una persona.
1.4.
Identificar y desarrollar
sus fortalezas: Los trabajadores sociales deben
concentrarse en el potencial de las personas, grupos y comunidades y promover
su empoderamiento.
2.
Justicia Social
Los
trabajadores sociales tienen la responsabilidad de promover la justicia social,
en relación con la sociedad en general, y con las personas con las que
trabajan. Esto significa:
2.1.
Desafiar la discriminación negativa: Los trabajadores sociales tienen la responsabilidad
de oponerse a la discriminación negativa por razones de capacidad, edad,
cultura, género o sexo, estado civil, estatus socioeconómico, opiniones
políticas, color de la piel u otras características físicas, orientación sexual
o ideas religiosas.
2.2.
Reconocer la diversidad: los trabajadores sociales deben reconocer y
respetar la diversidad étnica y cultural de las sociedades con las que
trabajan, teniendo en cuenta las diferencias individuales, familiares, grupales
y comunitarias.
2.3.
Distribuir los recursos equitativamente: Los trabajadores sociales deben asegurarse
de que los recursos a su disposición se distribuyen de forma justa de acuerdo a
la necesidad.
2.4.
Oponerse a las políticas y acciones injustas: Los trabajadores sociales tienen el deber de
llamar la atención de sus empleadores, legisladores, políticos y de la sociedad
en general sobre aquellas situaciones en las que los recursos son inadecuados o
cuando la distribución de recursos, políticas y prácticas son opresivas,
injustas o perjudiciales.
2.5.
Trabajar en solidaridad: Los trabajadores sociales tienen la
obligación de oponerse a las situaciones sociales que contribuyen a la
exclusión social, estigmatización o subyugación, y trabajar hacia una sociedad
inclusiva.
LA FILANTROPIA
El
término filantropía nace cercano al 363 instituido por Flavio Claudio Juliano
en reemplazo de término caridad usado por los cristianos en Roma, en su
proceso de paganizar la región.
Este
conservó toda la estructura de la iglesia, entre ellos el diezmo, el cual era
retirado por personas de confianza, siendo asignados estos recursos a los
necesitados, en busca de la igualdad entre la abundancia y la indigencia.
Además eran ayudados con los sobrantes de los ricos.
Desde este nacimiento la forma de ayuda comienza el proceso de crecimiento y maduración de lo que hoy conocemos como trabajo social.
Como la filantropía es el amor al género humano en su totalidad, en sus inicios se representaba en la ayuda que recibían pobres, mujeres, huérfanos, indígenas entre otros, por parte de sus gobernantes en forma de ayuda no institucionalizada ni organizada. Al ser la filantropía un sentimiento que invita ayudar a los demás, un impulso generoso que nace de todo los seres humanos y que voluntariamente inspira a tratar a las personas con bondad, comienza a ocupar un espacio en la historia en sus siguientes etapas especialmente entre las mujeres de la alta sociedad, quienes comienzan a ocupar sus grandes sumas de dinero y el tiempo libre en ayudar a los pobres y necesitados de sus regiones.
Esto abre las puertas poco a poco a dos temas importantes, a saber, la inclusión de las mujeres en espacios como la política, la salud, las actividades de paz en tiempos de guerra, entre otros. Integrándolas al mundo de los oficios y profesiones.
La necesidad de una ayuda ordenada y con un seguimiento de progreso, lo que llevo a la necesidad de intervenir en forma más eficaz, originando la creación de organizaciones no gubernamentales sin fines de lucro que garantizarían un orden en la desde ahora llamada intervención en el grupo o población necesitada, acción que realizaría el heredero de este sentimiento de amor a la humanidad quien es más profesional, eficiente y eficaz. Así nace el llamado “trabajador social”.
Las acciones filantrópicas son ayudas con un objetivo más sin un fin último definido, solo son paliativas, es por eso que muchas veces se considero solo momentáneo, ya que no se piensa en el progreso de la ayuda entregada. Estas eran realizadas por personas particulares, organizaciones humanitarias, iglesias, comunidades y gobiernos.
Propone no trabajar en forma impulsiva, más bien en forma organizada, realista y mediadora. Por medio de las organizaciones creadas para tal efecto.
En la actualidad nos encontramos con un concepto remozado de lo que es la filantropía y que hace referencia al orden de los recursos para hacer de la caridad una ayuda inteligente.
Es desde allí entonces que la intervención que se realiza en una población por el sentimiento de responsabilidad social va ligada con los recursos que son donados por las diferentes instituciones.
CALIDAD DEL TRABAJO SOCIAL
Existe un consenso generalizado en el campo de
las profesiones (y más concretamente en el campo de la ética de las
profesiones) que establece la calidad como lo que permite definir qué es un
buen profesional. La calidad sería, por tanto, sinónimo de excelencia profesional.
Y buscar la excelencia solo es posible si una profesión está inmunizada frente
a los males más endémicos de las profesiones, que son la burocratización, el
corporativismo y la endogamia.
Estas metas sociales son las que otorgan
sentido y legitimidad social al ejercicio de esa profesión, constituyéndose
como bienes internos a
ella. Bienes que ninguna otra profesión puede proporcionar, por lo que sólo la
persecución o logro de dichos bienes puede justificar dicho ejercicio
profesional. Sólo la meta da sentido a la profesión, y sólo cuando los motivos personales
o privados concuerdan con esa meta se convierten en razones: los
motivos individuales nunca pueden ser razones legítimas o convertirse en
argumentos que justifiquen la acción profesional si no tienen por base la
exigencia de la meta profesional.
“Por eso importa revitalizar las profesiones,
recordando cuáles son sus fines legítimos y qué hábitos es preciso desarrollar
para alcanzarlos. A esos hábitos, que llamamos ‘virtudes’, ponían los griegos
por nombres ‘aretai’,
‘excelencias’. ‘Excelente’ era para el mundo griego el que destacaba por
respeto a sus compañeros en el buen ejercicio de una actividad. ‘Excelente’
sería aquí el que compite consigo mismo para ofrecer un buen producto
profesional, el que no se conforma con la mediocridad de quien únicamente
aspira a eludir acusaciones legales de negligencia” (Cortina, 2008, p. 28).
Lo que permite establecer en cada momento y contexto histórico
qué caracteriza un “buen” ejercicio profesional es su télos o misión (es
decir, su finalidad última). El télos es la meta, el fin, el objetivo que toda actividad social
se propone alcanzar, sus bienes internos. Esto supone plantearse explícitamente
–tanto a nivel personal-profesional, como colectivo-profesional- la pregunta
acerca de cuál es el “télos” de la actividad profesional, el fin último de lo
que se hace, es decir, ¿para qué sirve el trabajo social? (¿qué pretende lograr
el trabajo social con sus prácticas? ¿Qué bienes intenta realizar? ¿para quién
trabaja y desde dónde?).
Así pues, sólo quiénes hayan reflexionado con hondura sobre la
finalidad de lo que hacen, podrán realizar un trabajo éticamente cualificado,
es decir, un “buen” trabajo. Dicho en otras palabras, un buen profesional es
aquél que reflexiona sobre el fin de su profesión y se propone decididamente
encarnarlo en su vida profesional. Por lo que todo trabajador social debe
plantearse el télos de su práctica profesional, la finalidad o misión, el
servicio que pretende prestar a la sociedad al realizarla, el bien intrínseco
que pretende realizar con ella.
5 ETAPAS DE LA VIDA PROFESIONALES
Las
estepas que una persona experimenta están definidas por momentos de inflexión,
donde se requiere un cambio.
No
existe una edad, ni momento idóneo para cambiar de etapa, y no todas las
personas pasan por las mismas, Mientras algunos se saltan etapas, otros pasan
por todas ellas.
Es
diferente para cada persona y no se aplican las etapas de la misma forma.
Conocerlas, te dará pauta para dar tu siguiente tu paso en al ámbito
profesional.
¿Por
qué te dedicas a tu profesión u oficio actual? ¿Cómo elegiste? ¿Qué te llevo
hasta ahí?
Aquí
cada uno elige de forma distinta. Puedes haber elegido tu carrera basándote en
un deseo propio, en una tradición familiar, en una necesidad, en la presión de
tus padres, o en una simple casualidad.
La
clave en esta etapa es elegir con buenas bases.
Debes conocerte y tener las creencias más realistas posibles acerca del camino
que vas a elegir. Esta primera etapa se caracteriza
por preguntas
claves que definen tu
destino. No es algo que debas decidir en un tarde
en el parque.
Debes
platearte preguntas correctas, como:
Ø ¿Hacia
dónde quiero llegar?
Ø ¿Qué
me gusta hacer?
Ø ¿Qué
se me da bien?
Ø ¿A
quien admiro?
Ø ¿Cuál
actividad está más alineada con mis valores y con mis sueños?
Ø ¿Qué
me imagino haciendo en 10 años?
Etapa 2:
Introducción al mundo laboral
Es
la etapa cuando terminas de estudiar/prepararte y te aventuras al mercado
laboral. El objetivo de esta etapa es generar experiencias y oportunidades.
Debes introducirte en tu campo, descubrir la forma en que se trabaja y aprender
a relacionarte con las personas de tu sector.
En
esta etapa no
centres tu experiencia en nutrir tu carrera, enfócate en descubrir tus
talentos, gustos y fortalezas.
Si
no lo haces ahora, más adelante cuando tengas mayores responsabilidades, y
cuando sientas que tienes una carrera más establecida, te será más difícil
tomar decisiones desde el corazón.
Etapa 3: El
desarrollo profesional
Esta
etapa se divide en dos grupos de personas:
Ø Aquellos
que identificaron sus fortalezas, ganaron experiencias y descubrieron su
propósito.
Ø Aquellos
que trabajaron en algo que no les gusta, por los objetivos incorrectos y están
en un ciclo de trabajo sin fin que lo consume.
Veamos cada grupo por separado.
Grupo 1: Personas en armonía laboral
Este
grupo de personas tienen claridad acerca de su vida laboral. Poseen más
energías para trabajar, y lo hacen con amor. Obtienen mejores resultados y
saben hacia donde se dirigen.
Grupo 2: Personas perdidas e
insatisfechas profesionalmente
En
este grupo están las personas que no lograron encontrar su propósito y/o no
conocen sus fortalezas.
Están
en un camino que no les motiva, que no le permite dar lo mejor de sí y les
impide ser brillantes.
Entonces
si estas en este grupo, tu tarea es tener una conversación profunda y sincera contigo misma(o)
para concerté mejor.
En
esta etapa pasas de ser un experto técnico a ser un manager o gestor.
Para
lograr esto, necesitas desarrollar nuevas competencias de liderazgo y de
relaciones personales.
Debes
aprender a tratar a las personas y dirigirlas adecuadamente. Tomas un cargo de
responsabilidad alta, por lo que debes aprender a tomar decisiones importantes
que afectan el futuro de muchos.
Estas
competencias se adquieren con formación y práctica.
En
este nivel debes aprovechar tu posición para generar contactos estratégicos.
Tienes una posición privilegiada en tu sector, que puede ayudarte en el futuro
a dar el siguiente paso en tu vida profesional.
Etapa 5:
Reinvención personal y profesional
En
esta fase quieres hacer cambios a nivel profesional e incluso a nivel personal.
Puedes
llegar a ella por diferentes razones:
Ø Puede
ser por salud
Ø Por
un despido laboral
Ø Un
cambio de mentalidad
Ø porque
simplemente llegaste al nivel más alto en tu sector y quiere algo nuevo.
Esta
es una etapa a la que actualmente muy pocos llegan. Esto debido a que muchas
personas no logran derribar
sus miedos para tomar un nuevo rumbo. Otros, son felices, o
están cómodos con su situación; trabajan en algo que conocen y no tienen necesidad
ni deseo de un cambio.
Puedes
llegar a esta fase sin haber alcanzado un nivel de experto de tu sector
anterior. Simplemente pudiste haber decidido no seguir más por ese camino y
buscar nuevos horizontes.
Un
cambio de carrera es complicado, pero es posible y si tu felicidad está de por
medio, entonces es necesario.
LA RESILIENCIA
La resiliencia no
es como se define sino que algunos lo entienden como la capacidad de los seres
humanos para adaptarse positivamente a situaciones adversas. Sin embargo, el
concepto ha experimentado importantes cambios desde la década de los 60. En un
principio, se interpretó como una condición innata, luego se enfocó en los
factores no sólo individuales, sino también familiares, comunitarios y,
actualmente, culturales. Los investigadores del siglo XXI entienden la
resiliencia como un proceso comunitario y cultural, que responde a tres modelos
que la explican: un modelo «compensatorio», otro «de protección» y por último
uno «de desafío». Asimismo, la resiliencia es la capacidad de tener éxito de
modo aceptable para la sociedad, a pesar de un estrés o de una adversidad que
implica normalmente un grave riesgo de resultados negativos.
En
este sentido, nuestra reflexión nos motiva a presentar un conjunto de
configuraciones metodológicas que tienen como punto de partida, el
redescubrimiento del mundo de las personas a partir de las redes sociales que
reconstituyen como parte de su cotidianidad.
Se
parte de un “reencuadre” del valor de la persona ya que ésta adquiere
significado y sentido en función de sus potencialidades y fuerzas, y una
conceptualización de la adversidad como una posibilidad y reto. Asimismo, la
construcción del camino o caminos para el acercamiento a las personas en su
contexto, exige la identificación de las siguientes configuraciones
metodológicas:
La
primera de ellas tiene como propósito el descubrimiento del afrontamiento de
situaciones sociales significativas en un espacio físico concreto.
Las
principales tareas giran en torno a la identificación de un área geográfica
concreta, a las personas o grupos que conviven en ella, descubrir situaciones
significativas que hayan permitido desarrollar las capacidades sociales de las
personas.
La
segunda implica profundizar en las vivencias significativas de las personas
para conformación de sus capacidades sociales.
Por
último, la promoción de la resiliencia donde se retoman aspectos anteriores y
se busca un efecto que irradie a otras personas su perspectiva, que posibilite
la acción consciente en procesos sociales que permitan la solidaridad social
para la sostenibilidad y prolongación de las redes sociales.
El
diagrama siguiente expone en forma suscinta, las principales configuraciones
que deben seguirse en la promoción de la resiliencia.
Muy buen trabajo felicidades
ResponderEliminarMuy buen trabajo felicidades
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